18 ago 2015

El satélite argentino ARSAT 2 se encuentra rumbo a la Guayana Francesa

Otro logro argentino en marcha. El segundo satélite geoestacionario de comunicaciones fabricado en el país fue trasladado desde la empresa estatal Invap, en Bariloche, a Guayana Francesa, desde donde será lanzado al espacio el próximo 30 de Septiembre. Una vez en órbita, el satélite argentino podrá brindar servicios de telecomunicaciones sobre el continente americano.
En una ceremonia que contó con autoridades nacionales y provinciales, el satélite argentino ARSAT 2 partió hoy desde Bariloche hacia Guayana Francesa, desde donde será lanzado al espacio a fines de Septiembre.
El segundo satélite geoestacionario nacional, construido por la empresa Invap en Bariloche, fue trasladado esta madrugada en un contenedor especial hasta el aeropuerto internacional de esa ciudad.

Arsat-2 Argentina en el espacio

Antes de llegar a Guayana Francesa, el avión que lleva al ARSAT 2, un Antonov de origen ucraniano, hará escalas en Neuquén y en Ezeiza para la recarga de combustible. Según trascendió, el satélite será ubicado en la posición orbital 81° oeste. Una vez en territorio guayanés, el satélite será transportado por tierra hasta Kourou, donde será lanzado al espacio.


El ARSAT-2 se vio sometido a diversas pruebas, como la cámara de termovacío (simula el vacío y los cambios extremos de temperatura que atravesará el ARSAT-2 en el espacio); ensayos acústicos (exposición a una intensidad de ruido dos veces más potente que la emitida por la turbina de un jet, alcanzando una potencia acústica mayor de los 140 decibeles, con la finalidad de medir el estrés y las deformaciones elásticas); vibraciones: una plataforma de 50 toneladas llamada shaker simula las vibraciones a las que estará sometido el satélite durante el lanzamiento.


El presidente de Arsat, Matías Bianchi, expresó la semana pasada su satisfacción al contar con el satélite "listo y en condiciones de ser enviado al espacio a acompañar a su hermano mayor, el Arsat-1”.
“La finalización de las tareas de integración y ensayo de este segundo satélite implican un nuevo hito en la política satelital que impulsó el ex presidente Néstor Kirchner y continua sosteniendo nuestra presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a través de la inversión del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios”, sostuvo Bianchi.

Despega el Arsat-1. Un momento de emoción para todos los argentinos




7 ago 2015

Relativos al incidente de 1770-1771 Nº 13

De lord Rochdford a Mr. Harris

Señor:
Teniendo el Rey motivo, por los informes que ha recibido, de creer , que el Principe Maserano tiene ordenes para hacer nuevas propociones de satisfaccion por la injuria hecha a S.M. en las Islas de Falkland, me veo el caso de significarle el deseo de S.M., de que regrese Vm. a la Corte de Madrid, para que pueda oir cuanto tengan ordenes los Ministros de S.M.C. de comunicarle, sobre el mismo asunto; para continuar la acostumbrada relacion ambas Coronas, en caso que resulten satisfactorias las mencionadas proposiciones; y como en las presentes circunstancias su presencia en Madrid es muy importante , es la voluntad de S.M. que no pierda tiempo alguno en su viage con motivo de negocios privados o inconvenientes, y que Vm. permanezca alli hasta que S.M. estime conveniente poner en su lugar un Ministro de mal alto rango.

Soy, etc.

Rochford

Relativos al incidente de 1770-1771 Nº 12

De lord Rochford a Mr. Harris

San Jaime Diciembre 21 de 1770.

Señor:
Habiendo ha tiempo sido concluida toda negociacion entre Lord Weymouth, o yo y el Embajador Español, a quien S.M.C. creyo conveniente confiar su contestacion al reclamo del Rey, cuya contestacion fue del todo inadmisible; y siendo incosistente con la dignidad de S.M. hacer nuevas proposiciones a la Corte de España, me veo en el caso de participar a Vm. el deseo de S.M., de que siendo ya enteramente innecesaria su permanencia en Madrid, se prepare a regresar con toda la protitud conveniente, despues de despedirse en la forma acostumbrada.

Soy, etc.

Rochford.

Relativos al incidente de 1770-1771 Nº 11

De lord Weymouth a Mr. Harris
San Jaime, Nov. 28 de 1770.

Señor:
Como el Principe Maserano continua produciendose en un lenguaje, que presenta muy poco motivo para esperar una justa satisfaccion por el insulto perpetrado en medio de la mas profunda paz, y de las manifestaciones mas amistosas de la Corte de Madrid, se ha creido conveniente enviarle a Coates con estos informes, para que Vm. adopte el camino contemple mas prudente, a efecto de informar lo mas privado posible al Teniente Gobernador de Gibraltar sobre este estado incierto de cosas y hacerle saber al mismo tiempo que el General Cornwallis y otros oficiales pertenecientes a aquellas guarnicion, tienen ordenes de embarcarse inmediatamente con destino a sus puestos. Informara Vm. igualmente a los Consules de S.M. en Cadiz, Alicante y otro puerto de España del riesgo de un rompimiento, a efecto de que tomen aquellas precauciones con respecto a sus papeles y efectos, que consideren prudentes en esta coyuntura; dando no obstante, el menos motivo posible a la Corte de Madrid para suponer que haya una falta de confianza en la buena fe de S.M.C., con respecto estipulado en los Tratados para la remocion de las personas y efectos de los subditos de ambas Coronas, que S.M. por su parte, observara religiosamente.

Soy, etc.

Weymouth

Relativos al incidente de 1770-1771 Nº 10

De lord Weymouth a Mr. Harris

Palacio de San Jaime, Nov. 23 de 1770.

Señor:
Su oficio del 7 del corriente conducido por Potter, fue recibido en mi despacho el 19 por la mañana. Tengo un gran placer en participarle que al tener el honor de informar a S.M. del contenido de aquel oficio, S.M. tubo a bien expresarse estar enteramente satisfecho, con el modo como ha desempeñado Vd. sus ordenes en una materia tan delicada. Su comunicacion es tanto mas interesante, cuanto que el lenguaje del Principe Maserano no tiene apariencia de arreglo. Si Vm. tine algun medio seguro de hacer una indicacion de esto al Gobernador de Gibraltar y al Consul en Cadiz, seria conveniente para ponerlos en guardia, especialmente al primero.

Soy, etc.
Weymouth

Relativos al incidente de 1770-1771 Nº 9

De lord Weymouth al ministro Grimaldi

Señor:
El príncipe Maserano ha propuesto una convención, en que el tendrá que negar haberse dado ordenes algunas especiales al Señor Bucareli con esta ocasión, al ministro tiempo deberá reconocer que aquel obro con arreglo a sus instrucciones generales, y su juramento como Gobernador. Tendrá a mas que estipular la restitución de las Islas de Falkland, sin perjuicio del derecho de S.M.C. a aquellas Islas, esperando por Sur parte que S.M. desaprobara la amenaza del Capitán Hunt, que dice, dio ocasión a los pasos dados por el Gobernador español.

Habiendo cumplido las ordenes de S.M. a este efecto S.E. me contesto, que carecía de poderes para proceder en este asunto, y que necesitaba dirigirse a Madrid por nuevas instrucciones. He sido por lo tanto ordenado participe a Vm. el deseo de S.M. de que sin perdida de tiempo, se apersone al S. Grimaldi, y haciéndole presente todo lo relativo a este asunto, tal cual se lo he relacionado, le exija una comunicación relativa a la contestación de S.M.C., que inmediatamente me transmitirá para conocimiento de S,M.

Relativos al incidente de 1770-1771 Nº 8

De Mr. Harris a lord Weymouth

Escurial Noviembre 7 de 1770.

Mi Lord:
Potter, el Conductor, llego aquí con las comunicaciones de Su Señoría, Números 11 y 12, el Domingo 28 de Octubre a las 10 de la noche. El siguiente día me apersone al Señor de Grimaldi, y como tenia poco que añadir a lo que antes le había manifestado sobre el mismo asunto, después de procurar demostrarle concisamente, la gran moderación con que S.M. habia procedido en este caso, y las justas razones en que se apoyaban sus reclamos, le lei la comunicación de Su Señoría, Nº 11, añadiendo al mismo tiempo, que si lo tenia por conveniente, le dejaría una copia de ella, en preferencia a memorial alguno, tanto por evitar equivocaciones cuanto porque nada facilitaría a S.E. una idea tan perfecta del sentir de S.M. Se la lei en dos ocasiones, procurando en cuanto fue posible adherirme al sentido literal. Al solicitarme que se la diese traducida al frances, le conteste que no tenia objeción alguna con tal que fuese unida dicha traducción al original en Ingles,  por el que debía determinarse el sentido, pues que en un asunto de naturaleza tan delicada, podría la diferencia de idioma, siendo artificiosamente examinado, pervertir la verdadera significación. El me oyó y contesto con la mayor serenidad y moderación, observando que personalmente nada deseaba tanto como un arreglo amigable; y que experimentaba el mas sensible pesar al observar, que aun continuábamos descontentos, después de las concesiones que nos habían hecho. Me asegura igualmente, que estos eran los sentimientos de S.M.C.; quien se hallaba dispuesto a hacernos la reparación que fuese compatible con su propia dignidad. Desearía de corazón, añadió, saber lo que Vms. esperan: yo creía que habíamos hecho tanto, que nada nos faltaba que hacer. Le conteste que la nota de Su Señoría era muy terminante; que si consideraba la diferencia tanto en la materia de sus ofertas, como en la forma de su intentada consecución, no podría dejar de comprender lo que nos proponíamos, pues ni habíamos quitado ni añadido cosa alguna a nuestros primitivos reclamos, sino que no adheríamos invariablemente a ellos; que no debía sorprenderse insistiésemos en aquellos, pues que eran los mas equitativos, y de hecho, los únicos que podríamos hacer, consistentes con nuestra dignidad. Contesto, que habiéndonos concedido que habían obrado mal, que habiéndonos ofrecido una amplia reparación, era ciertamente muy injusto, que nosotros cuanto al insulto que se les hizo no presasemos oídos a sus reclamos, sin embargo de que eran tales que podríamos acceder a ellos sin la menos disminución de la satisfacción que nos daban. Le observe en contestación, que el injuriado jamas debe admitir satisfacción bajo restricciones algunas condicionales, pues si lo hiciere seria una especie de denegación de la injuria: que ademas, era innecesario que me detuviese en este asunto, desde que teniendo S.E. en su poder mis instrucciones, nada podría por mi mismo aducir sobre el. Luego Vm. carece de poderes para tratar ese asunto? añadió. Le dije que no tenia otros que los que vio en la nota de Su Señoría, la que esperaba presentaría inmediatamente a S.M.C., dándome la mas pronta contesstacion que pudiese, desde que toda demora presentaba nuevos obstáculos, y alejaba mas el momento del arreglo. Contesto sobre este caso, pues el solo de ninguna manera podía aventurarse a decidirlo; en esto se pasarían algunos días, y concluyo asegurándome que apetecían tanto como nosotros el termino final.
Esto, mi Lord, fue la substancia de nuestra conferencia, posteriormente me le he acercado diversas ocasiones, e instadole cuanto pude por una contestación, pues me era muy sensible observar se pasase tanto tiempo sin recibirla. Hoy, pocas horas ha, me cito, y me dijo: que por orden del Rey había escrito al Príncipe Maserano, invistiéndolo de nuevos poderes para tratar sobre este asunto; que el tenor de sus instrucciones era, expresar 1º: el deseo de S.M.C. de verificar un ajuste amigable, y de conservar la paz. 2º que S.M.C. esta dispuesto a dar cualquiera satisfaccion racional por el insulto que .M. cree ha sufrido en ser sys subditos desposeidos de Puerto Egmont. Y 3º que S.M.C. se halla ademas pronto a adoptar la forma que sea mas del agrado de S.M. respecto al modo de dar esta satisfaccion; que sin embargo, al mismo tiempo que se conviene en estos tres articulos, espera, 1º; que asi como ha hecho tanto por salvar la suya, en cuanto no se oponga a la satisfaccion recibida. 2º: que el asunto sea ahora definitiva y decivamente terminado, sin que dege vestigioso alguno que pueda en lo sucesivo interrumpir la buena armonia entre las dos Coronas. Y 3º: que haya una seguridad reciproca y autentica de que todo sera completamente arreglado. Este, mi Lord, fue el principar contenido del oficio del Marques de Grimaldi al Principe Maserano, que me leyo esta tarde. El añadio, que esperaba en Dios produciria el deseado efecto, y que habiendo una completa reciprocidad sobre el negocio, seria eficazmente concluido. Esta, mi Lord, es una relacion sucinta de lo que paso entre este Ministro y yo; y se demuestran prontos a concedernos cuanto reclamos, exepto el que dejemos de desaprobar la amenaza del Capitan Hunt: en todo lo restante parecen dispuestos a entrar en un arreglo.
Tengo el honor de ser, etc.

Jaime Harris.

Relativos al incidente de 1770-1771 Nº 7

Nota secreta de lord Weymouth a Mr. Harris

San Jaime Octubre 17 de 1770.

Señor:
Con el fin de aliviar a Vm. de las dificultades de una comision de tanta delicadeza, como la que se le encarga en mi nota oficial de esta fecha me permito pedirle, que cuando ha ya espuesto verbalmente al Señor Grimaldi la substancia de aquella nota, en vez de entregarle un memorial de ella, le diga, que para evitar equivocaciones le dejara Vm. el original para que lo lea, o le remitira una copia de el, si lo cree conveniente.

Soy, etc.

Weymouth

Relativos al incidente de 1770-1771 Nº 6

De lord Weymouth a Mr. Harris

Palacio de San Jaime Oct. 17 de 1770.

Señor:
Recibi por Potter el 8 del corriente, sus cartas del 28 del pasado, y posteriormente he recibido por el correo sus notas N. 57 y 58.
El Principe de Maserano propuso una convencion, en que el tiene que negar haberse sobre este asunto impartido ordenes algunas al Señor Bucareli, al mismo tiempo debe reconocer que este obro con arreglo a sus instrucciones y a su juramento como Gobernador. Tiene ademas que estipular la restitucion de las Islas de Falkland, sin prejuicio del derecho de S.M.C. a ellas, y el espera que S.M. ha de desaprobar la amenaza del Capitan Hunt, que dice, dio ocasion a los pasos dados por el Gobernador de Buenos Aires.
Esta es la substancia de la propuesta convencion, que el Principe de Maserano me dijo tenia plenos poderes para realizar. La relacion que hice al Rey de una oferta tan inadecuada a la satisfaccion exigida y esperada, produjo en S.M. gran sorpresa y sentimiento, pues toda demora presenta nuevas dificultades al arrenglo amigable de este negocio, que S.M. desea tan sinceramente, Se me ordeno digese al Embajador Español que al condescender la moderacion del Rey en reclamar de la Corte de Madrid, desaprovase los actos del Gobernador de B. Ay. y restituyese las cosas al preciso estado que tenian antes de la empresa temeraria e injustificable del Gobernador, como la menor reparacion que psiblemente podia aceptar por la injuria recibida, S.M. permanece invariablemente firme en su primer reclamo, y que sin entrar a considerar las objeciones insuperables que ofrece la materia de esta propuesta pues S.M. no puede aceptar, mediante una convencion, la satisfaccion que tan justamente le compete, sin obligarse de alguno modo para consegirla; que la idea de constituir a S.M. en esta ocasion, en parte contratante, es enteramente estraña del caso; pues habiendo recibido una injuria, y reclamado la reparacion mas moderada que su dignidad le permitia aceptar aquella injuria, desmerece esa reparacion, desde que ha de ser condicional, y ha de conciliarse mediante estipulacion alguna por parte de S.M.
Habiendo cumplido las resoluciones de S.M. a este efecto, S.E. me manifesto, que carecia de facultad para proceder en este asunto, excepto por convencion, y que tenia que dirigirse a Madrid por nuevas instrucciones. Tengo pues ordenes para participar a Vm. el deseo de S.M., relativo a que se apersone al Señor Grimaldi, sin perdida de tiempo, y esponiendole francamente todo este asunto, tal cual se lo he manifestado, exija una comunicacion de la contestacion de S.M.C., que inmediatamente me transmitira, para conocimiento de S.M.

Soy, etc.
Weymouth 

Relativos al incidente de 1770-1771 Nº 5

Nota de Mr, Harris al ministro Grimaldi

San Ildefonso 25 de Septiembre de 1770.

Señor:
Habiendo el Rey mi Señor sido informado, que el Gobernador, que manda en B. Ay. a nombre de S.M.C., habia tomado sobre si desposeer por la fuerza a los Ingleses del establecimiento que habian formado en Puerto Egmont en las Islas de Falkland, he recibido ordenes de mi Corte para manifestar a S.E. el sentimiento y sorpresa que semejante ultrage ha ocasionado a S.M., y de que hayan tenido lugar estos actos, que no pueden dejar de interrumpir la buena armonia existente entre las dos Cortes, en ocasion que ambas se proporcionaban mutuamente las seguridades mas evidentes de amistad y paz. Es dificil concebir como pueda una empresa de esta naturaleza dejar de arrastrar en pos de si las mas fatales consecuencias, sino haciendose abandono de la dignidad del Rey, mi Señor, y del bienestar de sus subditos. Entretanto, S.M., que nada desea tanto como comprobar la sinceridad de sus buenos sentimientos hacia S.M.C., me ha ordenado repita a S.E., como la prueba mas eficaz del deseo que lo anima de conservar la paz entre las dos Coronas, lo que sobre este particular se ha ya participado al Embajador de S.M.C. en Londres, y que pregunte, ¿si S.M.C., desaprobando los actos que su dicho Embajador en Londres asegura no haber sido autorizados por ordenes suyas especiales, restituira las cosas al mismo estado que tenian ants de esta empresa incosiderada? En semejante caso, el Rey, mi Señor, podra suspender los preparativos, que en la presente situacion de los negocios, su ofendida dignidad no le permitira descontinuar. La justicia y la equidad de este reclamo son muy evidentes, para que me sea necesario entrar en discusion alguna sobre este asunto con S.E. -Sin embargo, no puedo dejar de observar, que el oficial nuestro, que formo primeramente aquel establecimiento en Puerto Egmont, y los que le han sucedido en ese mando, tenian instrucciones para que amonestasen a los subditos de otras Potencias a que se retirasen de el; pero al mismo tiempo se habian dado ordenes a aquellos oficiales, para que se estableciesen conjuntamente con los subditos de cualquiera otra Potencia europea que alli encontrasen, caso de negarse estos a retirarse despues de amonestados comedidamente, refiriendo la discusion del dro, de posesion a sus respectivos Soveranos, sin tratar de obtener su decision por medio de la fuerza. S.E. me permitira igualmente observarle que los procedimientos del Señor Bucareli han sido diametralmente opuestos a estas instrucciones, las que, si se le hubieran dado desde un principio, este negocio que es ahora de la naturaleza mas dificil, podria haber sido tratado amigablemente, cimentando por aquel medio las disposiciones pacificas que se profesaban ambas Cortes, en su lugar de producir sospechas desagradables.

Relativos al incidente de 1770-1771 Nº 4

Mr. Harris a lord Weymouth

San Iidefonso, Septiembre 28 de 1770.

Mi Lord:

Potter, el conductor, llego aqui el Lunes ultimo 24 del corriente, con las varias comunicaciones con que S. S. tubo a bien honrarme, no lo habria detenido tanto, sino hubiese deseado poder remitir a Su Señoria una contestacion satisfactoria sobre los diferentes puntos que comprenden. Inmediatamente que recibi ordenes de Su Señoria, me apersone al Señor de Grimaldi a quien encontre ya anticipado por un expreso que habia recibido del Principe de Maserano, relativo al asunto que debia presentarle; y no me fue poco satisfactorio percibir, en el curso de nuestra conversacion, que no se hallaba mal dispuesto a prestarle la atencion que se merecia.
Comence observando, que venia a hablarle acerca de un asunto que habia acusado sumo pesar y sorpresa a S.M., no solamente porque atacaba tanto la dignidad de su Corona, sino tambien porque era de una naturaleza que ponia fuera de su poder la aplicacion del remedio que deseaba: que esta inadvertida medida era tanto mas sensible, cuanto que tubo lugar en ocasion en que las dos Cortes eran reciprocamente prodigas en sus protestas de amistad, y que nada sino el deseo sincero que asistia a S.M. de mantener la tranquilidad publica, y de demostrar su cordial afecto hacia S.M.C., habria impedido que pertubarse la paz europea: que sin embargo, como Su Majestad nada apetecia tanto como conciliar estos dos objetos, tenia ordenes de repetir a S.E., lo que ya se habia comunicado en Londres al Principe Maserano, y de proponer como el medio unico de evitar las consecuencias mas fatales, el que S.M.C. desaprobase los procedimientos del Gobernador Bucareli, y diese las ordenes necesarias, para que los Ingleses, establecidos en las Islas de Falkland fuesen restituidos a su establecimiento alli bajo la msima base en que se hallaban antes de esta inconsiderada expedicion: que me lisongeaba de que penetraba la justicia en que se fundaba esta proposicionm no encontraria obstaculo alguno, tanto mas, cuanto que era evidente, que la medida habia sido tomada sin el conocimiento, o la menor apariencia de autorizacion por parte de S.M.C. -Tambien busque ocasion de observar, que en este reclamo no procediamos con la menor mala intencion o animosidad; que fundabamos nuestras pretensiones simplemente en los principios de equidad y honor, de los que S.M. no podria separse sin sacrificar la dignidad de su Corona, y los intereses de sus subditos; observe a S.E., que tan lejos de estar animados de semejantes ideas, al mismo tiempo que habia recibido estas ordenes, se me prevenia le manifestase el mucho placer que habia tenido Su Señoria, al ver la buena disposicion y candor que aparecian en su contestacion a las notas que ultimamente presente, y que tenia instrucciones especiales para darle las gracias con este motivo. Conclui diciendo, que no podria el dejar de conocer la situacion en que nos habia constituido este paso temerario, que era de tal naturaleza que solo accediendose a mis reclamos, podria terminarse amigablemente, o evitarse los preparativos que en el presente caso seria indecoroso a la dignidad de S.M. posponer. -El Señor de Grimaldi me contesto en terminos muy vagos acerca de la expedicion y su exito; dijo: que nosotros teniamos motivos para preveer que semejante suceso tendria lugar, desde que era notorica su desaprobacion de nuestro establecimiento las Islas de Falkland, y desde que esto habia sido objeto de discucion; que no obstante sentia excesivamente que se hubiese verificado, y que cuando supieron que se intentaba, habian despachado un buque desde la Coruña para impedirlo, que desgraciadamente llego muy tarde, que no obstante que el no podia desaprobar la conducta del Señor Bucareli por fundarse en las Leyes de America. Sin embargo observo; deseamos tanto la paz, y tenemos tanto que perder por la guerra, que la evitariamos de cualquier modo; que todo lo que deseaba S.M.C. era arreglar sus actos a su propia dignidad, y al bienestar de su Pueblo; y que podria yo estar satisfecho, que se accederia a nuestro reclamo, en tanto que fuese compatible con estos dos puntos. Le repito de nuevo, añadio: tenemos tan poco que esperar, y tanto que perder por una guerrra, que nada sino la ultima necesidad nos obligaria a una medida tan violenta; y que no tenia duda, que luego que presentase mi nota al Rey y su Consejo, recibiria yo una contestacion que nos seria completamente satisfactoria, y preservaria al mismo tiempo su dignidad nacional. Yo aqui observe, que solo accediendose al reclamo que habia interpuesto qudaria a salvo la nuestra, por lo tanto que esperaba no lo perderia de vista; que podia asegurarle positivamente, que nuestros deseos por la paz correspondia con los suyos, y que si desgraciadamente esta se quebrantase, seria sin culpa alguna por parte nuestra. El contesto que todo se arreglaria bien, y que esperaba en uno o dos dias ponerme en estado de que pudiese despachar un correo con noticias agradables. Esta conferencia tubo lugar el martes por la mañana. Ayer el Señor de Aranda llego de Madrid; y esta tarde, como dos horas ha, el Señor Grimaldi me llamo a un lado y me dijo habia presentado mi nota al Rey, y que S.M. estaba resuelto a hacer cuanto estubiesen en su poder para terminar de un modo amigable este negocio; que por lo tanto admitia nuestro reclamo, y accedia a el en todos los puntos que fuesen conformes con su dignidad, que del mismo modo que la nuestra debia tenerse presente: que sin embargo, como este asunto solo podia resolverse en Londres, y Maserano para que hiciese presente a Su Señoria las diferentes ideas que se han sugerido sobre esta materia. Solicite a S.E. me informase en general acerca de los terminos que se proponian. Dijo que eran distintos, que nosotros podriamos elegir aquellos que mas nos agradesen; que era innecesario comunicarmelos porque podria estar seguro que ellos solo se diferenciaban de los reclamos por nosotros, en el modo, no en el efecto. Le pregunte entonces, si podria considerar esto como una contestacion a mi nota? respondio que si; y que esperaba que mi Corte lo consideraria como una respuesta favrable; pues nada podria inducirlos a condescender en tanto, sino el gran deseo que les asistia de mantener la buena armonia entre las dos Coronas. Esto mi Lord, fue en suma la conversacion que medio entre este Ministro y yo, relativa a esta transacion, y faltame solicitar de Su Señoria me perdone, si no la he detallado tan minuciosamente como deseara, pues me hallo muy deseoso de despachar a Potter, para que pueda llegar a Inglaterra al menos tan pronto como el correo que salio de aqui pocas horas ha dirigido al Principe de Maserano.
Tengo el honor de ser, etc.

Jaime Harris.

P.S. Tengo el honor de incluir la nota que presente al Señor de Grimaldi en esta ocasion.

Relativos al incidente de 1770-1771 Nº 3

De lord Weymouth a Mr. Harris

Palacio de San Jaime Sept. 14 de 1770.

Señor:

Si cuando llegue esta a Madrid, no se le ha dado contestación respecto a la Nº 10; debo pedirle que despache de nuevo a Potter inmediatamente, ordenandole se apersone al Señor Walpole: y si se demorase la contestación  por mas tiempo que el que pareciere necesario, despachara Vd. un sirviente por el que nos proporcionara un conocimiento de lo que ha hecho, y de su opinion de las cosas, deteniendo a Potter para que conduzca la contestación que Vd. reciba. 
Soy, etc.

Weymouth

Relativos al incidente de 1770-1771 Nº 2

De lord Weymouth a Mr, Harris

San Jaime, Septiembre 12 de 1770.

Señor

Habiéndome informado el Embajador Español aquí residente, que tiene fundados motivos para creer que el Gobernador de S.M.C. en B. Ay. ha tomado sobre si hacer uso de la fuerza, a fin de desposeer a los Ingleses de su establecimiento en Puerto Egmont en las Islas de Falkland; añadiendo, que ha sido ordenado haga esta representación, para evitar las malas consecuencias que pudieran ocasionarse siendo esto comunicado por otro conducto, y expresando sus deseos, de que cualquiera que fuese el resultado en Puerto Egmont, a consecuencia de un paso del Gobernador, tomado sin instrucción particular alguna de S.M.C., no seria productivo de medidas, por parte de esta corte, peligrosas a la buena inteligencia que hoy existe entre las dos Coronas. Conteste a S.E., que si eran bien fundados sus recelos acerca del ejercicio de la fuerza por parte del Gobernador de B. Ay., era difícil que nosotros hallásemos medio alguno de evitar las fatales consecuencias de semejante paso. Observe igualmente, que sabia que las instrucciones de S.M. al oficial que presidio el establecimiento en Puerto Egmont, y a los que le sucedieron en aquel mando, eran de que amonestasen a los súbditos de otras Potencias a que se retirasen de el; pero que sabia que aquellas instrucciones al mismo tiempo prescribían a aquel oficial la obligación de establecerse conjuntamente con los súbditos de cualquier otra Potencia que allí se hallaren, si se negasen estos a retirarse, después que fuesen comedidamente amonestados para ello, remitiendo a sus respectivos Soberanos la discusión del derecho; y que conociendo el espíritu pacifico que ha dictado aquellas instrucciones, era imposible dejar de prever la sorpresa y sentimiento que un retorno tan hostil, en medio de las profesiones amigables y pacificas de ambas Cortes, debía producir en el pecho de S.M., pero que no obstante, la circunstancia de haber procedido el Señor Bucareli a esta espedicion sin haber recibido ordenes de S.M.C., presentaba una coyuntura que no permitía desesperar de ver arreglado este asunto, sin recurrir a las extremidades, que sabia, estaba S.M. dispuesto a evitar en cuanto se lo permitiese su dignidad, pero que esto dependia enteramente de S.M.C. -Pregunte desde luego a S.E. si se hallaba facultado para desaprobar la conducta del Señor Bucareli? su contestacion fue, que no tenia instrucciones de su Corte sobre este punto, y que no tenia instrucciones de su Corte sobre este punto, y que no podia contestar aquella pregunta, sin tener nuevos avisos de Madrid. Entretanto se espreso en los terminos mas conciliatorios, y depreco contra toda medida o resolucion que pudiese con este motivo envolver a los dos Coronas en guerra.
Vm. puede facilmente suponerse cuales serian mis ordenes, cuando tuve el honor de participar al Rey esta conversacion. En suma, cite al Embajador Español para que n os reuniesemos, y le dije: que tenia ordenes de S.M. para reclamar una desaprobacion de los procedimientos de los subditos de S.M.C., y tambien para exigir que las cosas en aquel establecimiento se restituyesen inmediatamente al estado en que se hallaban antes de semejantes actos.
Habiendo comunicado a Vd. por orden del Rey la substancia de lo que paso en esta ocasion, tengo que reclamarle se apersone inmediatamente al Señor Grimaldi, y obserbe a ese Ministro, que como la prueba mas evidente de la sinceridad de la amistad de S.M. acia S.M.C. y de sus deseos por conservar la paz, se halla Vd. autorizado para leerle el contenido de esta carta, y preguntarle, si S.M.C. desaprobando una medida que su Embajador aqui reconoce no haber sido autorizada por sus instrucciones particulares, y restituyendo las cosas al preciso estado en que se hallaban antes que el Señor Bucareli emprendiese esta temeraria espedicion, pondra a S.M. en estado de que pueda suspender esos preparativos, que, bajo las presentes circunstancias, su dignidad no le permite posponer.
Soy, etc.

Weymouth

Relativos al incidente de 1770-1771 Nº 1

Carta de Mr. Harris a lord Weymouth

San Ildefonso Agosto 23 de 1770.

Mi Lord:

Ha sido conducido de Buenos Aires a Cadiz por el San Nicolas de Barry el siguiente hecho, establecido, que a consecuencia de haber dos buques de S.M.C. recalado en Puerto Egmont en el mes de Enero, y hallándole ocupado por los Ingleses, quienes no solamente rehusaron evacuar el punto, sino también les negaron la entrada, una escuadra de cinco fragatas, con 300 hombres del Regimiento de Mayorca, y el antiguo Batallon de B. Ay., fue destinada a dar la vela de este Puerto el 5 de mayo ultimo, al mando del Señor de Madariaga, con ordenes para desalojar el establecimiento Ingles allí existente. Me ha sido aun imposible reunir mas datos sobre este materia, excepto que el arribo de dha escuadra a Puerto Egmont es precario, porque era adelantada la estación cuando se hizo a la vela.

(Esta carta fue recibida en el Despacho de Lord Weymouth el 10 de Septiembre de 1770)