24 may 2016

“Estaban las condiciones dadas para construir el ARSAT-3”

Matías Bianchi
Entrevista a Matías Bianchi, expresidente de ARSAT. Tras el anuncio de la suspensión del proyecto satelital argentino, el exfuncionario habló de cómo fue el traspaso y cuáles son las políticas del macrismo: suspensión, pérdida de competitividad, fin de TDA y “apertura” del mercado.
El ingeniero industrial Matías Bianchi, llegó a la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales en 2013, cuando fue nombrado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Con trayectoria previa en el sector privado, fue parte importante de esta era de desarrollo tecnológico satelital sin precedentes en la historia del país. El sector que ahora se ve seriamente amenazado por las nuevas políticas de la gestión.

-El país entero vivió con una gran emoción el lanzamiento de ARSAT-1 y ARSAT-2, algo sin precedentes en Argentina; me imagino que para ustedes lo habrá sido aun más.

-Tuve la suerte de estar en la gestión durante los lanzamientos de ARSAT. Pero también hubo mucho trabajo anterior, muchas decisiones rupturistas, sobre todo de haber decidido que Argentina iba a construir sus propios satélites. Pero bueno, había que consolidar esto, dejar un plan de largo plazo, demostrar cómo iba a evolucionar la industria, y la verdad que es una suma de momentos importantes.

Había una responsabilidad muy grande en ese momento preciso del lanzamiento. Y después de separarse del cohete, también había un montón de hitos que había que cumplir para poner en servicio ARSAT-1, así que eran como picos de tensión que nunca terminaban de bajar porque había que seguir logrando nuevos objetivos. De hecho, todas las maniobras para colocar al satélite en su lugar definitivo también eran cosas nuevas. Cada maniobra era, de alguna manera, una tensión y un festejo posterior.

Creo que, como conclusión general, los dos satélites se pusieron en órbita y en funcionamiento, y se cubrieron las posiciones orbitales sobre las que tenía derecho la Argentina. Fueron momentos muy fuertes, y fue importante también para la gente que lo impulsó porque eran decisiones de esas que, en contexto, si las cosas no hubiesen salido, todo hubiera sido una locura. Y, como salió, fue una genialidad. Entonces, tenía una carga emotiva fuerte y, a su vez, tuvo un muy lindo impacto en la sociedad en general: fue emocionante.